🌀 Aburrirse a propósito: el ritual olvidado que potencia tu creatividad

Beneficios psicológicos del aburrimiento: cómo usar el vacío mental para recuperar tu creatividad, tu calma y tu claridad interior

El 11 de abril de 1954 está considerado como el día más aburrido de la historia, esto fue determinado por un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge utilizando un algoritmo que analizó eventos relevantes del siglo XX. Este día, un domingo, no se registró ningún acontecimiento significativo, ningún nacimiento o muerte de personas relevantes, ni ningún evento de gran impacto No ocurrió nada. Literalmente. Sin noticias relevantes, sin eventos históricos, sin sobresaltos.

Y, paradójicamente, fue su insignificancia lo que lo convirtió en memorable: un día tan carente de historia que se ganó un lugar en ella.

¿Qué lugar tiene hoy el aburrimiento en nuestras vidas?

Vivimos en un mundo de sobreestimulación constante. Saltamos de una app a otra.
Llenamos cada pausa con una pantalla. Y cuando no estamos haciendo algo… sentimos culpa.

Pero ¿qué perdemos al no aburrirnos nunca? ¿Qué pasa cuando tapamos el menor atisbo de aburrimiento?

Desde la psicología, sabemos que el aburrimiento no es una falla del sistema, sino una función esencial del cerebro. Es una señal que nos invita a detenernos, a soltar lo automático, a explorar nuevas conexiones internas.

🧠 El aburrimiento creativo: un recurso en peligro de extinción

Diversas investigaciones en neurociencia han demostrado que cuando nos aburrimos, se activa una red cerebral conocida como “modo por defecto» (default mode network). Esta red se asocia con procesos mentales clave como la imaginación, la autorreflexión, la planificación futura y la generación de ideas novedosas (Andrews-Hanna et al., 2014).

Además, un estudio realizado en la University of Central Lancashire (Mann & Cadman, 2014) mostró que las personas que realizaban tareas monótonas antes de enfrentarse a un desafío creativo producían respuestas más originales y creativas que quienes no lo hacían.

En resumen: tu creatividad necesita aburrirse de vez en cuando para poder respirar.


🧠 Ejercicio práctico: el Ritual del Vacío


Y mediante este artículo te invito a recuperar ese espacio olvidado, al menos una vez por semana. No requiere más que un poco de valentía… y silencio.

Paso 1: Elegí un momento sin urgencias

Bloquea entre 30 y 60 minutos. Sin tareas pendientes ni interrupciones.

Paso 2: Prepará el entorno mínimo

Nada de pantallas ni música. Solo vos y una libreta. Si te ayuda, escribí esta frase en un papel:

“¿Qué aparece cuando dejo de intentar producir algo?”

Paso 3: No hagas nada

Siéntate. Camina. Observa. Siente la incomodidad inicial. No intentes calmarla. Déjala estar.

Paso 4: Anotá al final

No durante. Esperá a terminar y registrá lo que emergió: ideas, imágenes, pensamientos, emociones.


🌱 ¿Qué puede traerte este pequeño experimento?

  • Claridad mental.
  • Ideas inesperadas.
  • Mayor regulación emocional.
  • Un descanso real para tu sistema nervioso.
  • Y, quizás, una sensación de volver a vos.

El aburrimiento, bien usado, puede ser un portal hacia la creatividad, la calma y el deseo auténtico.


¿Te animas a probarlo esta semana?

Si lo haces, me encantaría saber qué descubriste. Y si quieres que te acompañe en el camino de reconectar con tu creatividad o diseñar una vida más consciente, podés escribirme o visitar otros artículos del blog.

Que te aburras… te descubras y te sorprendas.

— Mel

 

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