En un mundo en el que la inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados y está revolucionando numerosos campos, desde la medicina hasta la manufactura, la salud mental no podía quedar fuera de esta revolución.
La pregunta que nos surge inevitablemente a los profesionales de la salud mental es: ¿puede esta tecnología tan inteligente y avanzada reemplazar a los psicólogos? Para responder a esta pregunta, es importante analizar primero las capacidades actuales de esta avanzada tecnología, las habilidades y el rol de los psicólogos, y cómo ambas áreas pueden interactuar y complementarse.
La IA en la psicología: avances y limitaciones
Además, herramientas de análisis de datos y aprendizaje automático están siendo utilizadas para identificar patrones en el comportamiento humano y predecir posibles problemas de salud mental. A esto se suma un mundo laboral vertiginoso donde, en realidad, puede ser más económico pagar una app que a un profesional con quien podamos tener un proceso terapéutico continuo. Sin embargo, es importante reflexionar sobre el valor que le damos a nuestra salud mental.
Capacidades actuales de la IA
Procesamiento de lenguaje natural (PLN): Estos sistemas pueden entender y responder a las emociones humanas a través del análisis de texto. Esto permite la creación de chatbots que proporcionan apoyo emocional a personas que necesitan hablar con alguien. Pueden responder según parámetros preestablecidos y con respuestas preconfiguradas a lo que las personas expresan en ese momento.
Análisis de datos: este tipo de tecnología, puede analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y tendencias en el comportamiento humano, lo que puede ayudar en el diagnóstico temprano de trastornos mentales. Aunque estas herramientas son valiosas para un diagnóstico más específico, siempre es recomendable cruzarlas con otras para contar con más datos, reducir sesgos y evitar fallos.
Accesibilidad: También puede proporcionar apoyo a personas en áreas remotas o con acceso limitado a servicios de salud mental, ofreciendo una alternativa valiosa en términos de disponibilidad. En términos de economía y alcance, este tipo de apoyo puede ser muy valioso y proporcionar una contención preventiva interesante a personas que no tienen acceso a profesionales de la salud mental ya sea por distancia, cuestiones económicas u otras razones.
Limitaciones de la tecnología
Falta de empatía humana: Aunque estos sistemas pueden simular una comprensión emocional, carecen de la verdadera empatía que los psicólogos humanos pueden ofrecer. La conexión humana y la empatía son componentes cruciales en el proceso terapéutico. En psicoanálisis, la transferencia se refiere a la redirección de sentimientos y deseos inconscientes de una persona hacia el terapeuta. La contratransferencia es la reacción o respuesta del terapeuta a esta transferencia. ¿Sería posible hacer transferencia con una inteligencia no humana? Quizás este sea un buen punto de investigación.
La inteligencia artificial y la inteligencia emocional: La inteligencia artificial actualmente no posee inteligencia emocional de manera comparable a la humana. La inteligencia emocional implica la capacidad de entender, interpretar y responder a las emociones de manera apropiada, algo que requiere una comprensión profunda y contextual de las experiencias humanas.
Sin embargo, hay desarrollos en el campo que intentan simular aspectos de la inteligencia emocional. Estos sistemas pueden reconocer y responder a señales emocionales a través de análisis de texto, voz o expresiones faciales. Estas capacidades se utilizan en aplicaciones como asistentes virtuales, chatbots de atención al cliente y sistemas de terapia digital.
Aunque estos sistemas pueden identificar y reaccionar a ciertas emociones, lo hacen basándose en patrones preprogramados y no en una comprensión genuina o empatía. La inteligencia emocional auténtica involucra una conciencia y sensibilidad que va más allá de la capacidad actual de la IA. Por tanto, aunque la tecnología puede simular ciertos aspectos de la inteligencia emocional, no la posee en el sentido profundo y complejo en que los seres humanos la experimentan y aplican en sus interacciones diarias.
Interpretación contextual: Estas tecnologías aún tienen dificultades para comprender el contexto complejo y matizado de las experiencias humanas. Por el momento, los psicólogos pueden interpretar y reaccionar a estos matices de manera más efectiva. Además, cuentan con la historia personal de cada paciente, pudiendo identificar situaciones que ha traído en otro momento en su proceso terapéutico y que pueden estar influyendo hoy. Generalmente, las apps actuales trabajan con el relato actual e inmediato y solo pueden analizar lo que el paciente comenta en el momento sin tener un relevamiento histórico de su historia personal. Aunque en el futuro esto pueda garantizarse, aún queda camino por recorrer.
Ética y confidencialidad: La privacidad y la confidencialidad de los datos son preocupaciones importantes cuando se trata de tecnología en la salud mental. Garantizar que los datos sensibles de los pacientes estén protegidos es crucial.
«La inteligencia artificial puede ser una aliada en la salud mental, pero nunca reemplazará la calidez que brinda la relación terapéutica.»
Ejemplo concreto: meditación guiada mediante una app
Imaginemos a María, una joven que sufre de ansiedad. María utiliza una aplicación de meditación guiada basada en IA, como Calm o Headspace, para gestionar su ansiedad diaria. Estas aplicaciones necesitaran de la información que María les provea para personalizar las sesiones de meditación según sus necesidades y su progreso. Además, proporcionan visualizaciones guiadas y técnicas de respiración que ayudan a reducir su nivel de estrés. Sin duda, este tipo de herramienta es un gran aliado que puede acompañar a María en cualquier momento.
Sin embargo, estas herramientas no reemplazan su terapia regular con su psicóloga, sino que le sirven como un complemento valioso. María puede practicar meditación y visualización entre sus sesiones de terapia, lo que mejora su bienestar general y le proporciona herramientas adicionales para manejar su ansiedad en tiempo real.
La ansiedad es un síntoma y, como tal, es solo un indicador de lo que está ocurriendo en su vida. Es similar a tener fiebre: la fiebre es un signo de que puede haber una infección, y reducirla solo taparía la alerta que nuestro cuerpo nos está dando sin solucionar el problema subyacente. Mientras trabaja con su psicóloga sobre las causas de su ansiedad, María puede reducir su sintomatología mediante los ejercicios que la aplicación le proporciona.
Además, existen recursos tecnológicos como los registros compartidos, donde los psicólogos pueden trabajar en conjunto con el paciente proporcionando ejercicios, sugerencias o haciendo un análisis de situaciones estresantes en tiempo real. Ejemplos de estos recursos incluyen Quenza, Therachat o la app SymPle, entre otros. Por ejemplo, ante un ataque de pánico, el paciente puede registrar sus síntomas y pensamientos en la aplicación, lo que brinda información más precisa y oportuna para que su psicóloga pueda ajustar el tratamiento de manera más eficaz. Estos recursos también son útiles en el entrenamiento mental de deportistas, permitiendo un seguimiento continuo y personalizado.
Aplicaciones móviles y salud mental
A continuación, se presentan algunas herramientas que pueden servir de complemento psicoterapéutico, junto con sus pros, contras y riesgos asociados:
Woebot
- Pro: Ofrece técnicas de terapia cognitivo-conductual y apoyo emocional.
- Contra: Limitado a interacciones textuales, puede carecer de profundidad en casos complejos.
- Riesgo: Dependencia excesiva sin supervisión profesional.
Wysa
- Pro: Ayuda a gestionar la salud mental mediante la conversación y el coaching emocional.
- Contra: Respuestas genéricas pueden no abordar adecuadamente problemas específicos.
- Riesgo: Falsa sensación de estar recibiendo terapia completa en personas que nunca hayan realizado un proceso terapéutico.
Yana
- Pro: Proporciona apoyo emocional y herramientas de autoayuda basadas en técnicas psicológicas.
- Contra: Falta de interacción humana directa puede limitar la efectividad (aunque cuenta con una base de datos de profesionales a los que escalar).
- Riesgo: Subvaloración de la necesidad de terapia presencial.
Calm
- Pro: Personaliza sesiones de meditación y proporciona contenido relevante.
- Contra: Enfocado más en el bienestar general que en problemas psicológicos específicos.
- Riesgo: No sustituye la guía profesional en casos de trastornos graves.
Headspace
- Pro: Ofrece meditación guiada y técnicas de mindfulness adaptadas a las necesidades del usuario.
- Contra: Puede ser insuficiente para tratar problemas de salud mental complejos.
- Riesgo: Percepción de autosuficiencia sin intervención profesional.
Replika
- Pro: Ayuda a reflexionar sobre emociones y pensamientos en un espacio seguro.
- Contra: La relación con un chatbot puede no proporcionar el apoyo emocional necesario ante situaciones extremas.
- Riesgo: Reemplazo inadecuado de la interacción humana en situaciones críticas.
El rol irremplazable de lo humano
Los profesionales de la psicología desempeñamos un papel multifacético que va más allá de la simple intervención clínica. Nuestro trabajo incluye la evaluación detallada, la comprensión profunda del comportamiento humano, la creación de un entorno seguro y, según el profesional, la adaptación de enfoques terapéuticos a las necesidades individuales de cada paciente. La capacidad de establecer una relación terapéutica significativa, basada en la confianza y la empatía, es algo que este tipo de inteligencia no puede replicar completamente… por lo menos por ahora.
¿Qué hace único a al psicólogo?
Evaluación integral: Los psicólogos realizan evaluaciones detalladas que consideran múltiples factores, incluidos antecedentes personales, lenguaje verbal y no verbal durante las sesiones, historia personal y contextos culturales. A la hora de evaluar, también revisan qué tipo de evaluación es la más conveniente para cada persona.
Adaptabilidad: Los psicólogos pueden adaptar sus métodos y enfoques en tiempo real, respondiendo a las necesidades cambiantes de sus pacientes y a lo que les sucede en su día a día. Es imposible que exista una historia exactamente igual a otra y esto dificulta que se puedan generar patrones de respuesta exactos. Cuando un paciente entra en consulta, sabemos que cada uno es único, al igual que lo será el proceso terapéutico.
Apoyo emocional: La relación terapéutica y el apoyo emocional proporcionado por un profesional de carne y hueso son fundamentales para el éxito del tratamiento. El contacto humano es esencial para el bienestar emocional de las personas y esto es algo que difícilmente lo artificial lo pueda reemplazar.
«La personalidad del terapeuta es fundamental para el proceso terapéutico, algo que la IA no puede ofrecer ya que no posee una personalidad definida.»
Es muy inteligente pero carece de personalidad
En la psicoterapia, la transferencia se refiere a la redirección de sentimientos y deseos inconscientes de una persona hacia el terapeuta. La contratransferencia es la reacción o respuesta del terapeuta a esta transferencia. Estas dinámicas son complejas y esenciales para el proceso terapéutico. La capacidad de manejarlas adecuadamente es exclusiva de personas reales, ya que implica también la propia personalidad del o la psicoterapeuta. La inteligencia artificial, al carecer de una personalidad definida, no puede replicar esta interacción humana tan crucial.
Vínculo terapéutico: El vínculo terapéutico es la base sobre la cual se construye la terapia efectiva. Este vínculo se basa en la confianza, la empatía y la comprensión mutua. Por más avanzada que sea esta inteligencia, no puede establecer este tipo de conexión profunda y significativa.
Enfoque personalizado: Cada individuo es único, con un contexto, una historia y unas necesidades particulares. Los psicólogos tienen la capacidad de adaptar sus intervenciones a cada paciente, algo que los programas y apps de inteligencia artificial, basados en patrones y algoritmos preestablecidos, aún no pueden hacer de manera efectiva.
«El cerebro puede ser analizado por una máquina, pero solo un corazón humano puede ser capaz de tocar otro corazón.»
Un excelente complemento, pero aún no un sustituto
Aunque estas nuevas tecnologías tienen mucho para ofrecer en el campo de la psicología, por ahora no puede reemplazar completamente a los psicólogos humanos. Sin dudas, puede ser una herramienta valiosa para mejorar la accesibilidad y el alcance de los servicios de salud mental, pero la empatía, la comprensión, la propia personalidad de cada terapeuta y la adaptabilidad humanas siguen siendo insustituibles. En lugar de ver lo nuevo como un reemplazo, debemos considerarlo como un complemento que puede apoyar y potenciar el trabajo de los y las psicólogas, permitiendo un enfoque más holístico y accesible para el cuidado de la salud mental.
¿Y tú qué piensas? Me encantaría conocer tu opinión en los comentarios.
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